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El pasado 29 de diciembre El Crítico Político publicó una Carta Abierta a José Antonio Meade sobre sus "cálculos financieros" sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional que se construía en Texcoco. En ellos concluyó que el costo de cancelación real de la obra oscila los $145 mil millones de DÓLARES.
Como lo mencioné en la pasada Carta Abierta, indagué sobre las cifras al respecto y nadie había emitido un número de ese tamaño con respecto al costo de cancelación del NAIM. Ni MITRE, ni Ingenieros Civiles o el Grupo Aeroportuario dieron una cifra así, sino solo una que oscila entre los $100 mil y $250 mil millones de pesos.
La “enorme pérdida” -145 mMde USD- que el ex Candidato presidencial y Ex Secretario de HyCP, José Antonio Meade le asigna a la cancelación del NAIM, son “las cuentas alegres de un hombre triste”.— Javier Jiménez Espriú (@JimenezEspriu) 30 de diciembre de 2018
Ante la ola de críticas sobre su cálculo, entre ellas una respuesta del Secretario de Comunicaciones y Transportes Javier Jiménez Espriú, el hombre de la experiencia decidió hacer alarde de sus habilidades financieras y ver más a futuro.
Resultó que el Dr. Meade se aventó la proyección hasta ¡2034!, es decir, ya con el aeropuerto funcionando. No se ustedes, pero si con lo anterior su opinión podría haberse tomado como medianamente seria, con su “reflexión” en Facebook, sinceramente, le dió en la madr*.
Si el costo fuera tan monstruosamente enorme, pienso que lo hubieran dicho, no ahora, sino cuando Peña Nieto aún era Presidente y cuando López Obrador hizo su primera declaración sobre que de ganar la Presidencia cancelaría el proyecto de Texcoco, es decir, nadie en su momento se atrevió a hacer una proyección siquiera cercana a la planteada por Meade, pues no se sabe si el proyecto funcionaría en esas proporciones.
El Tren Suburbano y lo absurdo de la “reflexión” de Meade
Para lo anterior tenemos el ejemplo del Tren Suburbano que conecta la CDMX con el Estado de México, comenzando en la estación terminal Buenavista para llegar en no más de una hora a Cuautitlán Izcalli.
Cuando se hizo el proyecto se consideró hacer pequeñas plazas comerciales en cada estación intermedia y que la afluencia diaria de pasajeros llegaría a ser de 280 mil usuarios.
En octubre de 2018, a diez años de iniciado el proyecto, la ocupación de los locales no es la esperada y la cifra diaria de pasajeros estaba en 190 mil según declaró a El Universal Max Noria, Director Comercial de Ferrocarriles Suburbanos, es decir, a 90 mil usuarios de alcanzar la meta que se trazó en 2008 cuando este medio de transporte público inició sus operaciones.
En pocas palabras, el Tren Suburbano ha llegado apenas al 68% de la meta que se trazaron originalmente.
Si consideramos que el Tren Suburbano es un medio de transporte local que conecta a solo dos Entidades Federativas del país, que este medio de transporte público mueve a una cantidad de usuarios mucho menor de lo que movería el NAIM de Texcoco y que se equivocaron en el cálculo de sus cifras proyectadas a solo 10 años en más de 30 puntos porcentuales:
¿Qué esperar de una proyección a 16 años, según una institución extranjera, de un proyecto estructural, tecnológica y financieramente más complejo como la construcción y puesta en marcha de un aeropuerto internacional?
Y además:
¿Por qué José Antonio a Meade alardea de sus supuestas habilidades para realizar cálculos financieros para hablar de la cancelación del NAIM en Texcoco, pero no dice nada de cifras más sensibles como los costos de desmantelamiento, tanto del Aeropuerto Internacional Benito Juárez como de la B.A.M. de Santa Lucía y la liquidación que por ley tendrían que dar a los trabajadores ante el cambio de la Razón Social de su patrón?
Por esto es que las palabras de José Antonio Meade, tanto en Twitter como en Facebook, parecen más un burdo ataque para descalificar las acciones del gobierno de la 4T con miras a fortalecer una opción política (el PRI) que no ha entendido el cambio de rumbo y mentalidad que los ciudadanos tuvimos en la pasada elección, que el hecho de querer hacer una reflexión seria de los costos de cancelar un proyecto monstruo que, a todas luces, estaba destinado a fracasar o por su cancelación o por el eterno y voraz costo de mantenimiento a causa de los inevitables hundimientos de una mole de materiales de construcción que hubiesen sido el NAIM de Texcoco y que se levantaría sobre una zona lacustre con subsuelo pantanoso y en una región sísmica.
Y usted, estimado lector... ¿qué piensa... la reflexión financiera de Meade es legítima y tiene argumentos acertados o es un ataque más contra la actual administración pública federal encabezada por AMLO?
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