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Estamos a menos de un mes de que se realice la consulta ciudadana sobre el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por un lado esta la propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto que ya se construye en terrenos del lago de Texcoco; por otro lado está el proyecto del Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador que propone fortalecer los aeropuertos de la Ciudad de México y Toluca (ambos en funciones) y construir dos pistas en la Base Aérea Militar de Santa Lucía en el Estado de México.
De ambas opciones hemos hablado en este sitio
El 1 de abril creamos una carta dirigida al Presidente Peña Nieto y a los empresarios inversionistas para que no se utilizara el dinero de las AFORES como recurso financiero para esta construcción.
El 17 de agosto hicimos un comentario, tanto sobre el costo de la cancelación del actual proyecto, como de los beneficios que traería a la población si se optara por Santa Lucía.
El 20 de agosto se analizó el discurso tendencioso de Carlos Puig de Milenio sobre el dictamen de MITRE.
El 6 de septiembre analizamos las declaraciones de la conversación entre el Ing. Jiménez Espriú y el Colegio de Ingenieros Civiles de México sobre el avance de solo e 20% de la obra en Texcoco.
El 10 de septiembre realizamos nuestro aporte sobre el pronunciamiento que hizo Martí Batres contra la privatización del agua, lo que incluye el ecocidio del Lago de Texcoco y la alguna Nabor Carrillo.
El 20 de septiembre realizamos un pequeño análisis sobre las instituciones que realizaron dictámenes de la obra y llegamos a la conclusión de que todas tienen conflictos de interés.
El 23 de septiembre analizamos las declaraciones del Secretario de Turismo Enrique de la Madrid sobre una supuesta incertidumbre para el Tren Maya si no se realiza el NAICM en Texcoco.
Mentira sobre mentira
Como puede observarse hay más anomalías, discursos tendenciosos, intensiones de mantener el proyecto abierto por capricho y mentiras que razones para continuar con el proyecto en Texcoco.
No es que guste o no Santa Lucía, pero la realidad es que la actual administración ha intentado manipular tanto a la opinión pública sobre el tema, que todo apunta a que la construcción del NAICM en el lugar actual está lleno de irregularidades que pasaríamos décadas pagando si se concluye el camino avanzado.
El camino para sostener el NAICM de Texcoco
Primero usaron el dinero de las AFORES, no el de los inversionistas.
Cuando se comenzó a hablar más formalmente de Santa Lucía dijeron que no era viable y cuando no convencieron se escudaron en el dictamen de MITRE que, dicho sea de paso, responde a intereses estadounidenses.
Posteriormente apelaron al Colegio de Ingenieros Civiles de México, que el 6 de septiembre dijo no tener información para dictaminar Santa Lucía, pero luego, seis días después, el 12 del mismo mes, mágicamente les cuadraron las cuentas, les aparecieron los datos y concluyeron que la construcción llevaba un avance de poco menos del 20% y un atraso de 4 años, para luego retractarse y afirmar que dicho avance era del 31.5% pues se deben incluir la celebración de contratos y demás gestiones administrativas.
Luego, se tenían bien calladito el hecho del inevitable ecocidio que vendrá si se concluye la obra, lo que quedó al descubierto indirectamente cuando el Senador Batres se manifestó contra la privatización del agua.
El teatrito se cae, pues la última instancia en manifestarse, el Cuerpo de Ingenieros Militares de México, quienes responden a su Comandante Supremo, el Presidente de la República, justificaron la inviabilidad de su propia base con el argumento de que en los desfiles del 16 de septiembre el actual aeropuerto tenía que cerrar operaciones mientras las aeronaves de la Fuerza Aérea sobrevolaban la CDMX haciendo acrobacias.
Finalmente, dando patadas de ahogado, el Secretario de la Madrid trató de entrar al quite argumentando que si se cancela el NAICM en Texcoco, se creará un clima de incertidumbre financiera, pues los inversionistas extranjeros no percibirían a México con seriedad para concluir proyectos grandes, terminando en afectaciones para la construcción del Tren Maya. Nada más falso.
Los últimos detalles... ¡estocada!
Ante tal desgarriate y sin verlo venir, salieron dos posturas que, no solo respaldan Santa Lucía, sino que dan una estocada mortal al proyecto de Texcoco.
Por un lado el Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, puso a las órdenes del Presidente Electo el aeropuerto de Toluca, pues actualmente recibe una afluencia de 600 mil personas cuando en realidad puede administrar el tránsito de 8 millones de pasajeros, es decir, que la obra está subutilizada.
Independientemente de las intensiones del mexiquense, no se puede dejar de lado el hecho de que Toluca es prácticamente un cementerio aéreo, lo que se refleja muchas veces en las tarifas de los boletos de avión, pues no es raro encontrar boletos a un destino determinado que se venden más baratos solo por salir de Toluca y no del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
Por otro lado llegó un dictamen de la OACI, organismo de la ONU que se encarga de realizar investigaciones en materia de aeronáutica civil internacional y promover reglamentos y normas de la aeronáutica mundial.
Dicha instancia llegó a la conclusión de que, si bien es cierto que Texcoco cumpliría con las expectativas trazadas, independientemente del costo de mantenimiento y los problemas de financiamiento, también es igual de cierto que los aeropuertos de la CDMX, de Toluca y de Santa Lucía podrían coexistir sin problema alguno, para lo que solo se tendría que realizar la reorganización de tráfico aéreo para garantizar operaciones.
En pocas palabras, pareciera que la opción del gobierno de transición es muy similar a la de Texcoco, salvo por el hecho de que habría más transparencia, se terminaría en menos tiempo, se distribuirían mejor las entradas y salidas de pasajeros porque estarían dosificados en tres terminales aéreas y el proyecto, pese a los costos de cancelación del actual proyecto, saldría más barato a mediano y largo plazo.
En fin, estimado lector, las opciones están dadas y las cartas sobre la mesa. Entonces... ¿prefieres lago o aeropuerto? No te olvides de comentar y compartir en tus redes sociales.
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