El Nuevo Aeropuerto de la CDMX: EPN e inversionistas juegan con el dinero de los trabajadores mexicanos
CARTA ABIERTA A ENRIQUE PEÑA NIETO E INVERSIONISTAS DE LAS AFORES CUYOS FONDOS SON USADOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Para un ciudadano de banqueta de las nuevas generaciones, es decir, todos los que no pertenecemos a alguna familia con privilegios económicos, o bien, que no trabajamos en alguna instancia de gobierno o empresarial de nivel medio o alto, es importante pensar en su futuro como adulto mayor.
Verán, los que empezamos a cotizar en el en los servicios de Seguridad Social después de 1999 ya no gozaremos de una pensión como la tienen algunos de nuestros padres, abuelos, parientes o conocidos y es gracias a nuestro sueldo que mes con mes vamos haciendo el ahorro para nuestro retiro (ojalá y sea de los 65 años de edad en adelante), ya sea por deducciones o por aportaciones de nuestros patrones o aportaciones voluntarias personales. Y es precisamente aquí donde entran las AFORES, quienes reciben dichas aportaciones económicas para invertirlas, hacerlas rendir y generar una ganancia, lo que nos permitirá tener un ingreso cuando, después de los 65 años de edad, no podamos trabajar de forma regular por “X” o “Y” circunstancia.
Ahora hablemos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICDMX).
Ahora hablemos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICDMX).
Como es bien sabido de un par de años para acá se ha venido construyendo un nuevo aeropuerto, bastante necesario por cierto, para ayudar a desahogar la alta demanda de vuelos del actual, por lo que se necesitan inversionistas, lo que es absolutamente común. Todo sería aparentemente normal si no fuera por el pequeño detalle de que, pese a contar con otras regiones geográficas con mejores condiciones para esta magna obra, ustedes, Presidente, equipo de trabajo e inversionistas, decidieron construirlo sobre una zona lacustre, el lago de Texcoco, lo que representa un riesgo que considera algunos de los siguientes datos de hundimiento.
* La zona tiene un hundimiento anual de entre 25 y 30 cm. anuales aproximadamente por ser una región lacustre (repito, está sobre un lago) y considerando que NO TIENE LA MOLE DEL AEROPUERTO CONSTRUIDA (lo que por lógica provocará un hundimiento mayor por mucho que se quiera controlar).
* Al estar en una zona sísmica el terreno puede experimentar hundimientos imprevistos adicionales, un ejemplo lo tenemos gracias a los lamentables sismos de septiembre de 2017, mismos que provocaron un hundimiento de 5 cm. adicionales, es decir, que el año pasado se tuvo un hundimiento aproximado de entre 30 y 35 cm y no de 25 a 30 cm. que es lo medianamente habitual. Ahora bien, al no poderse predecir el número de sismos que se tendrán ni su intensidad, tampoco se puede saber con exactitud de cuánto podría ser el hundimiento promedio de la zona y tampoco el costo de las reparaciones, lo que representaría.
* Se tendrán que hacer licitaciones futuras para subsanar los hundimientos de construcciones y pistas aéreas, lo que implica un nuevo gasto, cerrar parte del aeropuerto un tiempo para hacer las reparaciones pérdida de ingresos y, claro, un negocio bastante generoso para la empresa que haga los arreglos.
Estos datos son muy preocupantes pues, por ejemplo, con los estragos provocados por los sismos de septiembre del 17, obviamente, se tuvieron que hacer obras extras que no estaban consideradas ya que, como dije en el párrafo anterior, no se puede predecir cuando ocurrirá un sismo y cuál será su intensidad, lo que implica hacer un gasto adicional que, por pequeño que sea, MODIFICA EL PRESUPUESTO ORIGINAL.
Por tanto viene la pregunta obligada. Considerando que el nuevo aeropuerto es una inversión de mediano riesgo y una acción financiera de este tipo implica necesariamente que se puede ganar dinero o se puede perder, y sabiendo que una parte de estos recursos provienen de las AFORES (aproximadamente 10% según la CONSAR) ¿qué garantiza que nuestras AFORES no están en este riesgo de inversión?, ¿qué garantiza que el dinero de los trabajadores está seguro y que no tendrá pérdidas? (las pérdidas son desafortunadamente comunes en estos instrumentos financieros y se aprecia claramente en los estados de cuenta como el de la imagen de abajo), ¿suponiendo que se concluye la obra, en cuánto tiempo los trabajadores recuperarán su inversión y qué porcentaje de las ganancias reales irá de vuelta a las AFORES? Son muchas preguntas válidas que no tienen respuesta.
Y para rematar, si el Presidente Peña Nieto está echando mano, legal o ilegalmente no lo se, de las AFORES ¿eso quiere decir que no tenía el dinero suficiente para echar a andar esta magna obra a largo plazo siquiera con la inversión inicial?
La pregunta anterior me lleva a expresarle al Presidente Peña Nieto, más allá de decir que se haga o que no se haga, porque sí se necesita hacer: Señor Presidente, las AFORES son el producto de años de trabajo de millones de de mexicanos, no es justo ni ético que simplemente tome nuestro dinero bajo el pretexto de que son fondos de inversión que se dirigen hacia deferentes productos financieros, por lo que en mi facultad de ciudadano mexicano le exijo (como seguramente muchos lo hacen ya), busque recursos económicos por otro lado puesto que, si se sigue el patrón actual, los trabajadores no veremos las ganancias reales de nuestra inversión (porque EL DINERO DE LAS AFORES ES DE LOS TRABAJADORES, NO SUYO, NI DEL GOBIERNO, NI DE LAS EMPRESAS QUE LO ADMINISTRAN) en el nuevo aeropuerto reflejadas en nuestros Fondos de Ahorro para el Retiro, sino una minúscula parte y corremos el riesgo de perder nuestro dinero bajo el argumento de que las AFORES son inversiones y en una inversión se gana y se pierde dinero, así de fácil. Así mismo, ya comenzó el manejo opaco de esos recursos con los fondos de PENSIONISSSTE, mismos que fueron tomados para rescatar a ICA, empresa privada en quiebra que tiene intereses económicos en esta obra; si ya lo hizo con un fondo de ahorro para el retiro que es administrado por el Estado sin dar una sola explicación ¿qué le impediría hacer lo mismo con fondos de otras AFORES?
En fin. No les quito más su valioso tiempo.
Se despide de ustedes un ciudadano que, como muchos, no tiene un futuro resuelto ni asegurado y que, por consecuencia, cuando sea un adulto mayor dependerá de lo ahorrado en su AFORE.
* La zona tiene un hundimiento anual de entre 25 y 30 cm. anuales aproximadamente por ser una región lacustre (repito, está sobre un lago) y considerando que NO TIENE LA MOLE DEL AEROPUERTO CONSTRUIDA (lo que por lógica provocará un hundimiento mayor por mucho que se quiera controlar).
* Al estar en una zona sísmica el terreno puede experimentar hundimientos imprevistos adicionales, un ejemplo lo tenemos gracias a los lamentables sismos de septiembre de 2017, mismos que provocaron un hundimiento de 5 cm. adicionales, es decir, que el año pasado se tuvo un hundimiento aproximado de entre 30 y 35 cm y no de 25 a 30 cm. que es lo medianamente habitual. Ahora bien, al no poderse predecir el número de sismos que se tendrán ni su intensidad, tampoco se puede saber con exactitud de cuánto podría ser el hundimiento promedio de la zona y tampoco el costo de las reparaciones, lo que representaría.
* Se tendrán que hacer licitaciones futuras para subsanar los hundimientos de construcciones y pistas aéreas, lo que implica un nuevo gasto, cerrar parte del aeropuerto un tiempo para hacer las reparaciones pérdida de ingresos y, claro, un negocio bastante generoso para la empresa que haga los arreglos.
Estos datos son muy preocupantes pues, por ejemplo, con los estragos provocados por los sismos de septiembre del 17, obviamente, se tuvieron que hacer obras extras que no estaban consideradas ya que, como dije en el párrafo anterior, no se puede predecir cuando ocurrirá un sismo y cuál será su intensidad, lo que implica hacer un gasto adicional que, por pequeño que sea, MODIFICA EL PRESUPUESTO ORIGINAL.
Por tanto viene la pregunta obligada. Considerando que el nuevo aeropuerto es una inversión de mediano riesgo y una acción financiera de este tipo implica necesariamente que se puede ganar dinero o se puede perder, y sabiendo que una parte de estos recursos provienen de las AFORES (aproximadamente 10% según la CONSAR) ¿qué garantiza que nuestras AFORES no están en este riesgo de inversión?, ¿qué garantiza que el dinero de los trabajadores está seguro y que no tendrá pérdidas? (las pérdidas son desafortunadamente comunes en estos instrumentos financieros y se aprecia claramente en los estados de cuenta como el de la imagen de abajo), ¿suponiendo que se concluye la obra, en cuánto tiempo los trabajadores recuperarán su inversión y qué porcentaje de las ganancias reales irá de vuelta a las AFORES? Son muchas preguntas válidas que no tienen respuesta.
(da click en la imagen para ampliarla)
La pregunta anterior me lleva a expresarle al Presidente Peña Nieto, más allá de decir que se haga o que no se haga, porque sí se necesita hacer: Señor Presidente, las AFORES son el producto de años de trabajo de millones de de mexicanos, no es justo ni ético que simplemente tome nuestro dinero bajo el pretexto de que son fondos de inversión que se dirigen hacia deferentes productos financieros, por lo que en mi facultad de ciudadano mexicano le exijo (como seguramente muchos lo hacen ya), busque recursos económicos por otro lado puesto que, si se sigue el patrón actual, los trabajadores no veremos las ganancias reales de nuestra inversión (porque EL DINERO DE LAS AFORES ES DE LOS TRABAJADORES, NO SUYO, NI DEL GOBIERNO, NI DE LAS EMPRESAS QUE LO ADMINISTRAN) en el nuevo aeropuerto reflejadas en nuestros Fondos de Ahorro para el Retiro, sino una minúscula parte y corremos el riesgo de perder nuestro dinero bajo el argumento de que las AFORES son inversiones y en una inversión se gana y se pierde dinero, así de fácil. Así mismo, ya comenzó el manejo opaco de esos recursos con los fondos de PENSIONISSSTE, mismos que fueron tomados para rescatar a ICA, empresa privada en quiebra que tiene intereses económicos en esta obra; si ya lo hizo con un fondo de ahorro para el retiro que es administrado por el Estado sin dar una sola explicación ¿qué le impediría hacer lo mismo con fondos de otras AFORES?
En fin. No les quito más su valioso tiempo.
Se despide de ustedes un ciudadano que, como muchos, no tiene un futuro resuelto ni asegurado y que, por consecuencia, cuando sea un adulto mayor dependerá de lo ahorrado en su AFORE.
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