Dicho dictamen provenía de la Cámara de Diputados donde se aprobó con 301 votos a favor y 147 en contra.
Legisladores de Morena y sus aliados en el Senado ratificaron la reforma, cancelando la facultad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para emitir reglas asimétricas a Pemex que tenían el fin de favorecer la entrada de capital privado en el mercado mexicano para propiciar, supuestamente, el desarrollo eficiente y competitivo del sector.
Lo que puso en peligrosa desventaja a la paraestatal fue la enorme cantidad de permisos otorgados a privados durante el sexenio de Peña Nieto entre los que se encuentran 1,037 para comercialización, 2,477 para transporte, 144 para almacenamiento y 1,697 para expendio.
Con esta modificación Pemex estará en condiciones para reposicionarse como actor preponderante en el mercado para la venta de gasolina, diésel, gas natural y LP para definir
"El impacto real de los precios de los energéticos en la economía de las familias mexicanas".
Prueba de la enorme urgencia de una Reforma de este tamaño fueron los informes "quién es quién en el precio de las gasolinas" y "quién es quién en el precio del gas" presentados los días lunes en la Conferencia Mañanera del Presidente López Obrador, donde se vio que
"Varios empresarios adoptaron la pésima costumbre de robar los subsidios que el gobierno deba para reducir, sobre todo, el precio de los combustibles".
Así las cosas
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